La tecnología siempre ha sido la piedra angular del Asset Servicing, con las TI y los mejores sistemas de su clase formando la columna vertebral de la cadena de valor tanto para los mercados como para los actores del sector. Sin embargo, en los últimos años se ha producido un salto cualitativo en la oferta y la capacidad tecnológicas, como la DLT, el análisis de datos, la IA, los canales de comunicación alternativos y la computación cuántica. Como las expectativas de los clientes han cambiado, ahora se espera que las empresas de servicios de activos actúen como consultores, proporcionando comentarios y una visión detallada de la nueva tecnología. Por lo tanto, se ha vuelto crucial conciliar estas crecientes expectativas con un presupuesto de I+D adecuado y la capacidad para cumplir.
Para abordar este reto, es esencial centrarse en lo que es fundamental o no, y en las ventajas competitivas que existen. Por ejemplo, la tecnología DLT es un cambio de juego potencial para la industria y debe gestionarse internamente en estrecha relación con los reguladores y la participación en tantas pruebas de mercado como sea posible.
La tecnología ofrece métodos de trabajo más eficaces, pero sigue requiriendo personal especializado con experiencia en el sector de la administración de valores, por lo que los administradores de activos deben integrarla rápidamente en su gama de productos. Mientras tanto, la capacidad de análisis de datos está en el centro de la propuesta de valor del administrador de activos y es un factor diferenciador importante que proporciona una ventaja competitiva.
A veces, los datos en poder de terceros son inaccesibles, por lo que a menudo es preferible realizar el análisis de datos internamente con la empresa de gestión de activos, ya que a menudo son la "única fuente verdadera" de los datos y, por lo tanto, están en la posición óptima para proporcionar la información más precisa y fiable.
Para las tecnologías ajenas a la oferta principal del proveedor de servicios de activos o las solicitadas por un número reducido de clientes o segmentos específicos, es esencial encontrar un equilibrio entre la satisfacción del cliente y la rentabilidad. En lugar de limitarse a adquirir una solución e integrarla como producto de marca blanca, lo que puede afectar a la rentabilidad, los actores del sector deberían aprovechar su fuerza combinada. El proveedor de servicios de activos debe buscar soluciones y proporcionar los datos subyacentes, mientras que las empresas tecnológicas prestan el servicio basándose en productos tecnológicos de vanguardia.
Este proceso racionalizado de desarrollo e integración de tecnología beneficia a toda la comunidad, ya que los clientes se benefician de un aumento masivo en el catálogo de productos disponibles ofrecidos por el socio de servicios de activos, un proceso de integración muy ligero y la garantía de que la diligencia debida para la selección de tecnología se llevó a cabo profesionalmente. La empresa de servicios de activos se beneficia de importantes ahorros en términos de desarrollo de TI y de la oportunidad de construir una sólida asociación con FinTechs o start-ups tecnológicas. Por último, las FinTechs se benefician del acceso potencial a la escala de la base de clientes de la empresa de servicios de activos, así como de los conocimientos y la experiencia de sus equipos de ventas. A menudo oímos hablar de estrategia win win (ganar-ganar), con una realidad a veces difícil de mostrar. En su caso, la combinación de enfoques de grandes grupos y fintechs permite a cada uno capitalizar los puntos fuertes del otro y sentar las bases de una relación sana y sostenible.
El cliente final también es un actor en el proceso, con la posibilidad de participar en la búsqueda de las FinTech que le interesen a él y a sus compañeros.
Un proceso de integración racionalizado y un modelo industrializado son la clave para liberar todo el potencial de esta solución de socios tecnológicos. El conocimiento de la marca de las mejores FinTechs asociadas también puede aprovecharse como herramienta de marketing para los grupos de gestión de activos, reduciendo aún más el atractivo de una solución de marca blanca. Esto va de la mano de protocolos de alimentación de datos estandarizados entre el proveedor de servicios de activos y las FinTechs, procesos contractuales y de pago automatizados, y un seguimiento centralizado a través del portal web del cliente del grupo de servicios de activos o incluso a través del acceso API.
Este modelo dual de integración tecnológica es clave para abordar los nuevos retos a los que se enfrenta el sector, como los costes, la constante evolución de las tecnologías, los plazos de comercialización y la financiación abierta. Los modelos de gestión de activos deben adaptarse, y los actores de la gestión de activos deben pasar del desarrollo tecnológico a la agregación de tecnologías, lo que permitirá a todo el sector beneficiarse de un acceso más amplio a la tecnología y de una integración racionalizada.
Trabajando juntos y agilizando el proceso de selección e integración, los grupos de gestión de activos pueden seguir ofreciendo el mejor servicio de su clase, al tiempo que se mantienen al día de las últimas tecnologías y cumplen las expectativas de los clientes.
