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Regulación de la financiación sostenible

05/12/2023

© Li Ding

La propuesta de Requisitos de Divulgación sobre Sostenibilidad (SDR) de la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) está suscitando un gran debate en el sector de la gestión de activos. CACEIS celebró recientemente una mesa redonda con gestores de activos y directores corporativos autorizados (ACD), junto con la Investment Association y Clarity AI, para debatir las nuevas propuestas como parte de la reciente consulta de la FCA sobre los SDR.

En resumen, la FCA está poniendo una estructura reguladora en el espacio ESG en el Reino Unido a través de las propuestas SDR, que no debe ser visto como igual al Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR) de Europa. Los observadores han señalado que la FCA se fijó en el régimen SFDR como punto de partida, pero cuanto más divergía el SDR del SFDR, más aumentaba la fragmentación normativa entre ambos.

¿Qué retos plantea esto? ¿Y qué será lo próximo para la RDS?

Objetivo general

La estrategia de financiación verde del Gobierno británico se centra en toda la cadena de valor de la inversión y se supone que "abarca toda la economía". Los emisores y las empresas están obligados a incorporar y proporcionar información no financiera, de acuerdo con el Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB).

Pat Sharman - Managing Director, CACEIS UK BranchEsta información se transmitirá a los gestores de activos, que deberán presentar informes sobre los DEG. Esto fluye a los inversores institucionales, que ya tienen requisitos específicos de información del Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera Relacionada con el Clima. El proceso requiere mucha secuenciación para funcionar bien. Sin embargo, la secuenciación está desfasada porque hay diferentes calendarios para la aplicación de los SDR y los ISSB.

El SDR es un buen ejemplo de cómo la FCA pretende poner el listón muy alto en lo que se considera "sostenible", pero es importante que las propuestas respondan a las necesidades de los consumidores.

Existe un desfase entre la configuración actual del mercado y las propuestas del SDR, que podría dar lugar a cambios generalizados en el mercado y reducir las posibilidades de elección, sobre todo teniendo en cuenta cómo construyen sus fondos los gestores de carteras.

Además, los fondos multiactivos y los fondos de fondos son vulnerables porque pueden no recibir una etiqueta, aunque tengan objetivos sostenibles. Podrían estar invirtiendo en fondos individuales que cumplen los criterios de etiquetado para el SDR pero, al agregarlo todo a nivel de cartera, podrían no cumplir los requisitos del SDR aunque sean sostenibles.

También hay numerosos fondos en el mercado con inclinaciones o exclusiones ESG. Se trata de "tonos más claros de verde" y podrían quedar fuera de las definiciones de etiquetado, a pesar de la demanda de este tipo de fondos por parte de los inversores.

Hasta la fecha, la FCA ha emitido una declaración política sobre el SDR en la que indica que está "aclarando cómo los diferentes productos, clases de activos y estrategias pueden optar a una etiqueta, incluidos los fondos multiactivos y las estrategias mixtas". La FCA ha confirmado que las propuestas sobre el SDR se publicarán este otoño.

A primera vista, existen diferencias clave entre el SDR y el SFDR. Para el SFDR, los artículos 6, 8 y 9 representan niveles de divulgación, lo que significa que es muy difícil evaluar cuál es el objetivo de sostenibilidad de un fondo.

En cambio, el DEG permite a los inversores elegir cuidadosamente qué quieren que haga su dinero en materia de sostenibilidad. Sin embargo, informes recientes han puesto de relieve que la Comisión Europea está considerando la posibilidad de eliminar la categoría de fondos del artículo 9.

Mientras tanto, en EE.UU. se están elaborando propuestas para desarrollar categorías de fondos que reflejen más fielmente los requisitos de los DEG del Reino Unido, y se espera que estas normas se publiquen a finales de este año.

Todavía habrá ajustes en torno a los bordes para SFDR: hay una consulta en curso para introducir umbrales para los fondos del artículo 8 que quieran incluir términos relacionados con la sostenibilidad o ESG en su nombre.

Un acto de equilibrio

Según uno de los participantes en nuestra mesa redonda, los inversores tienen más cosas que considerar y más cosas que quizá no entiendan. La opinión del sector difiere en torno a las posibles virtudes de la ampliación de las etiquetas. "Los inversores finales son ahora más conscientes de dónde invierten su dinero y las etiquetas SDR ayudarán a los inversores a filtrar cómo deciden invertir su dinero para la sostenibilidad", señaló otro asistente.

Si se amplían las etiquetas para que tengan distintos tonos de verde, podría resultar más confuso para el inversor final. "No creo que añadir más opciones al SDR facilite las cosas a los inversores finales", dijo el asistente. "Tiene que haber una mayor transparencia en torno a cómo un fondo está cumpliendo sus objetivos de sostenibilidad".

Matthew Ives - Business Development Director, CACEIS UK BranchEl término "inversión sostenible" significa cosas distintas para cada persona, por lo que la presentación de informes adecuados y transparentes, así como la comunicación en torno a los objetivos de sostenibilidad de un fondo, adquieren una importancia mucho mayor.

Los retos persisten. "No sé si los inversores finales saben lo que quieren", dijo otro participante en la mesa redonda. "Las propuestas de los DEG ya están determinando ciertos niveles de sofisticación y estrechamiento de miras: los inversores quieren algo que sea más sostenible que lo que tienen ahora, pero no necesariamente quieren invertir en un fondo de impacto".

Parece que el término "impacto" no siempre es bien entendido por los inversores, pero etiquetas como "verde claro" o "verde oscuro" facilitarán la elección a los inversores finales. Centrarse en el inversor final ha sido la consigna del sector. Algunos inversores sólo quieren invertir en fondos sostenibles sin entrar en detalles, mientras que otros son más "sofisticados". Aquí es donde el uso de etiquetas adquiere especial relevancia. Desde la perspectiva del inversor final, algunos pueden especificar que quieren que un fondo tenga características ESG específicas. La educación desempeñará un papel importante para garantizar que los inversores estén bien equipados para interpretar la etiqueta SDR, especialmente teniendo en cuenta el deber del consumidor y el enfoque en la accesibilidad y la comprensión.

La educación también será clave para el sector, sobre todo para determinar cómo se utilizan las etiquetas como herramienta de marketing en toda la cadena de distribución. Una consecuencia potencial es que esto podría limitar el acceso o la visibilidad de los inversores finales a los fondos que no tienen una etiqueta, lo que significa que los inversores finales podrían perder buenas oportunidades de inversión, ya que los distribuidores concentran sus esfuerzos en los fondos que tienen una etiqueta de sostenibilidad.

¿Hasta qué punto es compleja la categoría de "mejorantes"?

A algunos gestores de activos y DCA les sigue preocupando que los inversores finales tengan dificultades para entender la categoría de "mejoradores". Esto plantea cuestiones complejas, e incluso los inversores institucionales pueden necesitar más información antes de sentirse cómodos con lo que implica esta clasificación. Para empezar, hay una cuestión en torno a los plazos: ¿cuánto tiempo puede un mejorador serlo antes de tener que salir de la cartera de un fondo?

Como parte de las orientaciones sobre los DEG, los gestores de activos deberán proporcionar indicadores clave de rendimiento para que sus fondos rindan cuentas en relación con sus objetivos de sostenibilidad. Esto también requerirá planes de escalada para abordar las participaciones de los fondos en inversiones que no cumplan sus objetivos o metas de sostenibilidad.

Además, está el reto de los datos, especialmente en torno a la evaluación de las emisiones de Alcance 1, 2 y 3 y la comprobación de la solidez y validez de los planes de transición. Para ello se necesitan pruebas fehacientes de gestión y datos de apoyo que permitan supervisar la forma en que las empresas mejoran sus objetivos de sostenibilidad.

En este sentido, la transparencia es clave. No se trata sólo de garantizar una metodología coherente en cada gestor de activos, sino que también es esencial que esta metodología sea transparente. Dos fondos muy distintos pueden decir que cumplen con esta categoría, pero pueden aplicar métodos muy diferentes para definir los "mejoradores".

¿Están preparados los consejos de administración?

Siguen aumentando las expectativas sobre el papel que desempeñarán los consejos de administración de los fondos a la hora de cuestionar los criterios de sostenibilidad. Para los consejos de administración de los fondos, es fundamental tener acceso a la información adecuada, estableciendo indicadores clave de rendimiento que midan el rendimiento con respecto a los objetivos, ayudándoles a cuestionar cómo se está gestionando el fondo. Una vez más, la educación sigue siendo un factor esencial, reconociendo que algunos consejos de administración de fondos pueden no tener los conocimientos necesarios en áreas como la ASG y el riesgo climático para hacer las preguntas adecuadas.

Del mismo modo, a la hora de supervisar, los DCA anfitriones deben tener acceso a los datos adecuados para garantizar que los gestores de activos que supervisan cumplen los objetivos de sostenibilidad.

Categoría de enfoque sostenible

Una consideración importante para los responsables políticos, y para la industria, es si el umbral del 70% para la categoría de Enfoque Sostenible del DEG es demasiado alto. Las opiniones actuales difieren al respecto.

Uno de los encuestados reflexionó sobre lo difícil que resulta explicar a un inversor minorista que un fondo es sostenible, pero que tiene un porcentaje menor de inversiones de tipo sostenible que los fondos con etiqueta Sustainable Improvers o Sustainable Impact.

Otro indicó que el umbral del 70% es bienvenido -reconociendo que el SFDR carecía de especificaciones- y que "gestionar el umbral del 70% debería estar bien para las empresas de gestión de activos desde una perspectiva de cumplimiento y riesgo, dado que ya tienen sistemas y controles para gestionar elementos como los parámetros de inversión". Además, hay cuestiones prácticas que considerar. Las fluctuaciones de los activos subyacentes pueden inclinar los fondos por encima o por debajo de este umbral.

Es significativo que la FCA no especifique cómo deben definir las empresas la sostenibilidad, aunque se reconoce ampliamente que es necesario algún tipo de orientación. En los reglamentos SFDR, el artículo 2 (17) intenta definir las inversiones sostenibles en tres áreas: una contribución a los objetivos sociales o económicos, un compromiso con el principio de "no causar daños significativos" (DNSH) y la buena gobernanza.

Corresponde a los gestores de activos decidir cómo se desenvuelven en este marco. Sin embargo, es necesario hacer más para definir la sostenibilidad para las instituciones con sede en el Reino Unido.

El SDR ya está aquí en espíritu

Sigue habiendo dudas sobre cómo vigilará la FCA el SDR. Los participantes en la mesa redonda sobre RCD de CACEIS indicaron que los gestores de activos que lanzan nuevos fondos ya están sujetos a las normas del documento de consulta sobre RCD para la autorización de nuevos fondos. La FCA ya dispone de una amplia gama de herramientas para supervisar el SDR a través de sus revisiones temáticas. Algunos elementos de la RDS podrían introducirse también en el régimen de evaluación del valor, que sigue estando en el punto de mira de la FCA.

También deberíamos reflexionar sobre las consecuencias imprevistas que pueden derivarse de la RDS, incluida la posibilidad de que las etiquetas de sostenibilidad modifiquen la forma en que se gestionan los fondos.

¿Podría un historial de los fondos (relacionado con las etiquetas de los DEG) contribuir inadvertidamente al estancamiento de los mercados de valores, ya que los gestores de activos pretenden mantener participaciones de renta variable y renta fija que cumplan los criterios de los DEG? Muchos ya lo están haciendo, y durante periodos mucho más largos, para darles tiempo a demostrar su historial de sostenibilidad.

Por último, ¿sopesarán los gestores de activos las dificultades de encajar sus fondos en una de las etiquetas y optarán simplemente por mantenerse al margen de estas categorías?

Recientemente, muchos fondos del artículo 9 del SFDR han sido degradados porque los gestores de activos decidieron que no deseaban cumplir los requisitos aplicados a un fondo del artículo 9.

Mirando al futuro

La ruta hacia el SDR está ya muy transitada.

La reciente actualización de la FCA sobre su consulta de SDR y etiquetas de inversión destacó que el regulador tiene la intención de publicar la declaración de política en el tercer trimestre de 2023, y que "las fechas de vigencia propuestas se ajustarán en consecuencia."

Resulta alentador que la FCA siga tratando con firmeza de introducir normas sólidas para garantizar que el Reino Unido "permanezca en la vanguardia mundial" de la inversión sostenible.


Recapitulación de las tres categorías del DEG

La investigación de la FCA sobre el comportamiento reveló que los consumidores demandan cada vez más productos financieros que tengan en cuenta la sostenibilidad, y este ha sido un factor clave que ha dado forma a las propuestas de los DEG. En ellas, los productos de inversión deben cumplir uno de los tres criterios claramente definidos:

Mejoradores sostenibles: el producto o fondo de inversión invierte en empresas que están en clara transición hacia mejores resultados. La esencia de esta categoría es la gestión. Requiere que los gestores de activos aporten pruebas que demuestren que se comprometen con las empresas en las que invierten y las supervisan para validar si están en la senda prevista para reducir sus emisiones de carbono.

Enfoque sostenible: el fondo tiene un enfoque sostenible.

Impacto sostenible: el fondo tiene un objetivo claro de lograr un impacto medioambiental o social positivo.

Estas tres etiquetas suponen un cambio respecto a la expectativa anterior de que el reglamento estipularía cinco categorías. Además, la diferencia clave entre SDR y SFDR es un requisito en la categoría de Enfoque Sostenible según el cual un mínimo del 70% de los activos de un fondo deben cumplir normas de sostenibilidad creíbles.

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