Como parte del Plan Estratégico Una Europa Adaptada a la Era Digital, la Agenda Digital, publicada en septiembre de 2020 por la Comisión Europea, establece 4 prioridades principales:
- Eliminar la fragmentación del Mercado Único Digital,
- Adaptar el marco normativo de la UE para facilitar la innovación digital,
- Promover las finanzas basadas en datos, y
- Abordar los desafíos y riesgos de la transformación digital, incluido el fortalecimiento de la resiliencia operativa digital del sistema financiero.
Consciente de los problemas en juego, el sector bancario se ha estado apropiando de los temas digitales y abordando estas prioridades durante años. De hecho, se ha convertido en una prioridad para la mayoría de ellos. Si echamos un vistazo a los beneficios esperados tanto de los banqueros como de los clientes, son bastante claros. Por parte del banquero, una oportunidad para diferenciarse de la competencia a través de experiencias personalizadas del cliente, un aumento de la eficiencia operativa y la seguridad mediante el uso de tecnologías de punta y, finalmente, un nuevo escaparate que incluye herramientas de suscripción para sus productos y servicios.
. Por parte de los clientes, eficiencia de tiempo y costo, oportunidad de autocuidado y aumento de la gama de servicios accesibles. Ahora, seamos sinceros, la Banca Digital ya no es un “tema digital”. Esto puede parecer fácil, pero al observar lo que sucedió en el lado tecnológico en los últimos años, podemos ver claramente que el camino hacia la banca digital completa ahora está pavimentado con muchas soluciones digitales potentes y confiables.
Las ofertas de tecnologías financieras y soluciones digitales nunca han sido tan amplias, toda la cadena de valor ahora está cubierta y las finanzas abren el camino hacia interconexiones perfectas entre las partes involucradas. En consecuencia, la pregunta ha pasado de "¿quién puede darme una solución?", a "¿quién tiene la iniciativa sobre qué?" y "¿quién es responsable de qué?". Esta situación, en la que ya no hay un solo productor sino un ecosistema fragmentado, destaca los riesgos y los problemas de cumplimiento para el que está orientado al cliente. No hay duda de que los clientes finales esperan este viaje digital completo, pero ¿qué sucede cuando comenzamos a hablar sobre la propiedad y la protección de los datos, o de las responsabilidades en cada paso del proceso?
Desde nuestra perspectiva, hay 3 impulsores principales para responder a esas preguntas: transparencia, estandarización y regulación.
Transparencia:ahora es común que, para un producto o servicio determinado, varias partes proporcionen diferentes partes. Al igual que en otras industrias, si uno juega un rol protagónico asumiendo la relación global con el cliente, la total transparencia en la cadena de subcontratación es obligatoria para definir límites y responsabilidades. Es de gran importancia para el cliente final comprender plenamente quién accederá y administrará sus datos y quién será responsable si algo sale mal. La plena divulgación y transparencia también participa en la armonización de los procesos entre los productores, siendo todos conscientes de quién hace qué y quién depende de qué para prestar su servicio. En pocas palabras, las finanzas digitales y abiertas interrumpieron el modelo interno completo para traer de vuelta lo que hace unos años solíamos llamar "el mejor modelo de su clase".
Estandarización: Directamente ligada a la transparencia está la estandarización. Todos somos conscientes de que por cada nueva promesa tecnológica competirán muchos estándares diferentes y solo unos pocos sobrevivirán para definir finalmente la base sobre la que trabajará toda la industria. No nos malinterpreten, no estamos diciendo que los productos deban estandarizarse, pero creemos que las capas tecnológicas sí lo necesitan. La estandarización de tecnologías y protocolos es la mejor manera de evitar brechas en la prestación de servicios y garantizar la continuidad. En caso de incumplimiento por parte de uno de los proveedores, si las capas tecnológicas están estandarizadas, no debería ser doloroso encontrar una solución alternativa, pero para un modelo propietario completo, podría provocar pérdidas de datos e interrupción del servicio. También es obvio que la estandarización es útil cuando consideramos la auditoría y los controles.
Regulación: cuando se habla de digital, la regulación es necesaria tanto para abrir puertas como para facilitar la adopción a escala mundial. Es importante tener en cuenta que la tecnología y la regulación no están evolucionando al mismo ritmo. El enfoque de sandbox sin duda contribuyó mucho a cerrar esa brecha para la adopción de nuevas soluciones, lo que permitió algún tipo de oportunidad de "probar y aprender" a escala. El papel que jugará la regulación ahora es mucho más amplio y definitivamente formará la piedra angular y la pieza final del rompecabezas. La confianza, al final, no es solo una cuestión de tecnología, sino mucho más de una guía clara y un conjunto de reglas compartidas por todas las partes. En pocas palabras, para que los actores financieros avancen hacia un futuro cada vez más digital, es esencial comprender qué está permitido por la regulación y qué no.
En esa área, esperamos mucha orientación de las regulaciones entrantes, como la regulación de AI, la regulación MiCA, la regulación del Régimen Piloto y las leyes de Servicios y Mercados Digitales.
Este artículo fue originalmente publicado en Febrero 2022 edición de la revista Eurofi